Los suplementos y vitaminas ayudan a cubrir nuestras deficiencias nutricionales.
Cuando nuestra alimentación es variada, equilibrada y saludable podemos satisfacer los requerimientos nutricionales del organismo.
Sin embargo, en muchas ocasiones estamos sujetos a demandas externas que nos exigen un ritmo de vida más acelerado.
Además, no siempre podemos tener acceso a una dieta tan variada como para cubrir nuestras demandas de micronutrientes.
Por lo tanto, es difícil que nuestra alimentación sea “ideal” y que nuestro cuerpo esté en condiciones óptimas.
¿Qué son los suplementos alimentarios?
También conocidos como complementos alimenticios o alimentarios, son productos que nos aportan nutrientes.
Por lo tanto, complementan la alimentación y mejoran nuestra calidad de vida.
El Real Decreto 1487/2009 (BOE-A-2009-16109) de la legislación española recoge la directiva europea que define los complementos.
Y los consideran como concentrados de nutrientes o de otras sustancias que tienen un efecto nutricional o fisiológico.
Asimismo, las investigaciones demuestran que las carencias nutricionales pueden darse en situaciones muy normales.
Sin embargo, sigue siendo un tema controvertido y hay muchos detractores del uso de suplementos nutricionales, vitaminas y minerales.
Las carencias nutricionales más frecuentes suelen afectar a los siguientes nutrientes:
- Vitamina A
- Ácido fólico
- Hierro
- Calcio
- Vitamina K
- Magnesio
- Vitamina D
- Iodo
- Vitamina B12
- Vitamina E
Entre otras, que varían según el ámbito poblacional.
Es decir, dependen de las costumbres alimentarias, hábitos de vida, mayor o menor disponibilidad de alimentos, etc.
¿Cuándo podríamos necesitar suplementos y vitaminas?
La decisión de tomar suplementos nutricionales debería tomarse con cuidado y contando con información contrastada.
Y es importante que nos ajustemos a la dosis que indica en el envase del producto.
O bien, consultemos con profesionales del sector.
De hecho, debe evitar el uso de suplementos y vitaminas de forma indiscriminada.
Ya que no son medicamentos, pero influyen en nuestra salud. De forma positiva, si los tomamos de forma adecuada.
O bien, de forma negativa, si abusamos o los consumimos sin la información correcta.
También, es recomendable que los productos sean de buena calidad, y que le envase indique claramente su origen y manufactura.
Causas comunes de déficit nutricional:
Cuidar la alimentación no siempre es suficiente para conseguir una buena nutrición.
También, tenemos que estar atentos al estado de nuestro cuerpo.
Por ejemplo, el estrés menoscaba el aprovechamiento de nutrientes porque altera la microbiota intestinal.
En consecuencia, obtener una buena información nos ayuda a conocer nuestras necesidades.
No obstante, existen situaciones generales que nos pueden orientar y, entre otras, son las siguientes:
- Nuestra alimentación no es variada ni está equilibrada para atender a nuestras demandas.
- Tenemos alteraciones digestivas y, en consecuencia, padecemos de malas digestiones.
- Dificultades para masticar bien la comida o una masticación poco efectiva por prisas o hábitos adquiridos.
- No tenemos en cuenta la preservación de nutrientes a la hora de cocinar o preparar nuestros alimentos.
- Vida muy estresada.
- Exceso de fibra en la alimentación.
- Microbiota intestinal alterada.
Las situaciones descritas son alteraciones que pueden llevarnos a dificultades para la absorción y aprovechamiento de micronutrientes, sin manifestar un cuadro carencial patológico.
Ya que las carencias de micronutrientes evolucionan en 3 etapas:
- Disminución de reservas
- Disfunción bioquímica
- Estado carencial.
Hay muchos tipos de suplementos, entre otros: vitaminas, minerales, probióticos, antioxidantes, antiinflamatorios, etc.
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Bibliografía consultada:
- Ballesteros Pomar, M.D., Ares Luque A. (2004). Déficit nutricionales carenciales. Endocrinología y Nutrición, vol 51, n 4. Elsevier (España).
- Dr. Colbert, M. D. (2017). La Guía para las Vitaminas y Suplementos: prepárese para tomar decisiones bien informadas. Casa Creación. ISBN Ebook: 978-1-62999-012-5.
- Real Decreto 1487/2009, de 26 de septiembre, relativo a los complementos alimenticios. Ministerio de la Presidencia «BOE» núm. 244, de 9 de octubre de 2009. BOE-A-2009-16109.
