La masa de esta pizza casera está hecha con harina, agua, levadura y aceite de oliva.
La pizza es considerada como “comida rápida” y normalmente está cargada de grasas saturadas y sodio en exceso, en este caso, la hemos elaborado con queso desgrasado y hemos cuidado cada uno de los ingredientes para que sea nutritivo.
Ingredientes:
– Para la masa (de 3 pizzas pequeñas):
– 200 gramos de harina de trigo leudante 000 enriquecida con vitaminas del grupo B y hierro, pero puede ser integral o una mezcla de ambas.
– 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra.
– 1/4 de cucharadita de sal.
– 140 ml de agua tibia.
– 1/2 cucharadita de levadura seca para panificación.
– Para la pizza:
– 30 gramos de queso desgrasado.
– 1 pimiento verde.
– 1 tomate mediano maduro.
– 1 cucharada sopera de orégano seco.
– 1 puntita de sal.
Elaboración:
– Masa:
La harina leudante ya lleva una sustancia que fermenta la masa (polvo para hornear) y no necesitaría levadura, sin embargo, en esta receta hemos añadido un poco de levadura para que la masa salga a nuestro gusto, fina y crujiente.
En un recipiente hondo ponemos la harina y la mezclamos con la sal.
Diluimos la levadura en 10 ml de agua tibia y la dejamos reposar 1 o 2 minutos.
Hacemos un hoyo en el centro de la harina y echamos el aceite de oliva, la levadura diluida y un poco de agua tibia; mezclamos bien con las manos.
Vamos agregando agua a la masa hasta que no se nos pegue en las manos. Una vez obtenida una consistencia esponjosa y que no se pega, la amasamos un poco y la separamos en tres trozos, formando como 3 bolas. Dejamos reposar 1 hora.
Pasado el tiempo de reposado, podemos refrigerar la masa que nos sobre durante 1 o 2 días.
Ponemos sobre una superficie plana un poco de harina y la masa que necesitemos para nuestra pizza casera, y con un rodillo (o una botella de vidrio vacía) la extendemos, aplanándola desde el centro a los costados.
Cuando hayamos obtenido una masa de unos 3 mm de grosor, le podemos dar forma redonda con un plato invertido y vamos cortando aquello que nos sobre.
Una vez tengamos nuestra masa redonda, precalentamos el horno a 150ºC y en una bandeja plana añadimos un poquito de harina para que no se pegue la masa, la extendemos y eliminamos lo sobrante. Metemos la masa durante 4 o 5 minutos para que se endurezca un poco y los ingredientes, que añadiremos a continuación, no la reblandezcan.
– Pizza:
Rallamos el queso, lavamos y pelamos el tomate, cortándolo en rebanadas finas.
Lavamos el pimiento y lo cortamos a tiras.
Una vez que tengamos la masa para la pizza casera un poco cocida, ponemos 1 cucharada de queso por encima, bien extendido, luego las rodajas finas de tomates y por encima un poco de sal y media cucharada de orégano.
Colocamos las tiras de pimiento verde en la forma que nos guste y por encima el queso y el resto del orégano; horneamos a la misma temperatura y en centro del horno, durante 15 minutos.
La masa de esta pizza casera debe salir fina y crujiente, pero no dura. La harina leudante hará que la masa suba un poco, por eso se ve algo abultada en la fotografía.
¿Qué nutrientes buscamos en esta receta?
Buscamos los almidones energéticos de la harina, las proteínas del queso y las vitaminas y minerales que nos aporta el tomate y el pimiento.
El tomate es rico en carotenos, luteína y licopenos, todos ellos pigmentos antioxidantes.
El pimiento verde contiene ácido fólico, vitamina K, precursores de la vitamina A, entre otras y minerales como calcio, fósforo, magnesio, etc.
El orégano es muy rico en calcio y magnesio. Facilita las digestiones.
Nuestra pizza contiene vitaminas, minerales, fibra, proteínas, almidones energéticos y no está sobrecargada con sustancias difíciles de digerir.
Podemos preparar esta pizza casera como almuerzo o cena.
¡¡Buen provecho¡¡
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