Rabanitos, lechuga, aceite de oliva y limón son los ingredientes necesarios para preparar esta receta.
Las ensaladas frescas nos aportan muchos nutrientes y fibra, por eso es importante incluir en nuestra alimentación diaria, al menos, una. La decoración es muy importante porque la comida no solo entra por la boca, también por los ojos.
Ingredientes:
– 4 o 5 rábanos frescos.
– Un trozo de lechuga
– Una cucharadita de aceite oliva.
– Un trozo de limón.
Elaboración:
Lavamos muy bien los rabanitos y les quitamos las partes verdes. Es conveniente sumergirlos en agua con una gota de lejía o lavandina durante un par de minutos y luego enjuagarlos con tres aguas claras, los escurrimos. Bastaría con agua y vinagre si vivimos en una zona en la que se venden las hortalizas ya limpias.
Lavamos la lechuga de la misma forma descrita anteriormente, la cortamos en tiras finas y escurrimos bien.
Cortamos los rábanos en rebanadas gruesas y los colocamos en una plato decorando un poco la forma de la ensalada.
Luego rellenamos los huecos con lechuga, echamos el aceite por encima, un buen chorro de limón y ¡Listo¡
¿Qué nutrientes buscamos en esta ensalada?
Vitaminas, minerales y las grasas saludables del aceite de oliva. La lechuga y los rábanos contienen precursores de la vitamina A, éstos se absorben mejor con un poco de aceite.
El limón nos ayuda a preservar las restantes vitaminas, pues se conservan mejor en medio ácido.
Esta ensalada tiene ácido fólico, vitamina C y vitamina K, sobre todo. También contiene calcio, fósforo, iodo, selenio, níquel, hierro y cobre.
Podemos prepararla como acompañamiento del almuerzo o la cena. Los rabanitos son muy digestivos, algo diuréticos y facilitan la transmisión de nuestros impulsos nerviosos.
¡¡Buen provecho¡¡
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+Marina Muñoz Cervera¿QUIERES APRENDER A COMER DE FORMA SALUDABLE?
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